Una (no tan) sencilla tabla para cortar. Parte primera.
Vamos a aprovechar un simple objeto que construí para analizar algunas técnicas y consideraciones a tener en cuenta casi en cualquier proyecto.
Necesitaba una tabla nueva. La anterior, típica tabla de algarrobo en una pieza, estaba bastante deformada por el paso del tiempo lo que la hacía incómoda y un poco peligrosa de usar.
¿Por qué se deformó? Como vimos en éste y aquel artículo la madera se mueve con las variaciones de humedad en el ambiente. Esta tabla se encuentra expuesta a cambios constantes; a veces se moja, otras está cerca del horno encendido, pasa mucho tiempo apoyada sobre una cara, etcétera. La nueva entonces no solo debe serlo sino que tiene que mantenerse plana pese a estas condiciones.
Los cinco cepillos que se ven en la imagen fueron usados para dimensionar la tabla. ¿Hacía falta usarlos todos? No, pero sí.
El primer paso es dejar la cara de referencia completamente plana. En base a ella escuadramos y rectificamos el lado de referencia, luego llevamos la madera a su espesor y ancho finales y escuadramos las testas con el lado de referencia.
Técnicamente ya tenemos una tabla para cortar. Pero en la imagen siguiente podemos ver que la madera es de corte tangencial y como sabemos va a tender a curvarse transversalmente con los cambios de humedad.
Podría haber usado otra tabla de corte radial y evitar lo más posible ese movimiento, pero la verdad es que no tenía. Podría haberla cortado en tiras, rotarlas 90 grados, volver a pegar todo y así ‘‘crear’’ una tabla de corte radial. Pero eso implicaba cortar y cepillar de nuevo, prensar todo lo más alineado posible, esperar que el pegamento seque, limpiar todo y volver a aplanar las caras. Esto no era una opción porque quería empezar y terminar este proyecto el mismo día. Además esta tabla tiene unos nudos que me resultaron muy simpáticos ya que parecen granos de café.
Una técnica muy utilizada para evitar que la madera se curve y se mantenga plana, pero permitiéndole moverse a lo ancho, es agregarle dos listones en los extremos con la veta orientada en sentido transversal. Unir maderas con la veta cruzada puede traer problemas, pero para evitarlos solo tenemos que planificar bien el ensamble.
La importancia de las caras de referencia
Para unir los listones a la tabla voy a usar un encastre de caja y espiga. Además van a estar ranurados para alojar una lengüeta de todo el ancho de la tabla. Veamos el proceso y va a quedar más claro.
En primer lugar tengo que marcar la ubicación y el ancho de la ranura en los listones, esta medida es la misma que voy a usar para la caja y espiga. Para eso voy a usar un gramil con dos puntas, la separación entre esas puntas es apenas mayor al ancho del formón que uso para tallar la espiga.
Una de las claves del éxito al realizar un encastre es tener siempre en cuenta la cara y el lado de referencia de la madera. Les decimos superficies de referencia porque justamente a partir de ellas vamos a tomar todas las medidas y sobre ellas apoyaremos la escuadra o gramil al trazar una línea.
En este caso, al estar usando un gramil de dos puntas, de una sola pasada van a quedar marcadas dos líneas del ancho deseado. Si en todas las maderas hago este trazo apoyando la herramienta sobre la cara de referencia, usando la misma medida, al apoyar estas caras sobre el banco y acercar las piezas las líneas van a coincidir independientemente de que hayan quedado centradas en la madera o no.
Hay varias cosas importantes a notar en la foto anterior. Fíjense que las líneas en ambas maderas coinciden perfectamente. Esto es porque las caras de referencia de las dos piezas, superficie sobre la que apoyé el gramil al trazar, están apoyadas contra el banco. Observen también que el listón de la derecha es apenas más grueso que la tabla de la izquierda. Por último, y un poco más difícil de percibir, las dos líneas no están perfectamente centradas en las maderas. Pero esto no importa, lo importante es que coincidan entre ellas.
Ahora bien, al usar un gramil con dos puntas es fácil hacer coincidir las líneas. Si tenemos un solo gramil con una sola punta podemos llegar a cometer errores haciendo las cosas de manera que en una primera impresión parecerían infalibles.
Cara de referencia. Algunos dirán que esta es una foto de relleno para que el texto no se vea tan largo.
Analicemos cómo trazaríamos este encastre con un solo gramil. Supongamos que necesitamos hacer una ranura y una lengüeta de 6 mm de ancho en una madera de 18 mm de espesor. Facilísimo. Dividimos por tres, lo que nos da 6 mm, abrimos el gramil a esta medida, trazamos una línea primero apoyando la herramienta en una cara de la madera y luego en la otra. Listo, tenemos marcada una ranura de 6 mm de ancho de punta a punta de la madera, ¿no? Bueno, tal vez no.
Al trazar las líneas de esa manera partimos de la asunción de que las caras de la madera son perfectamente paralelas y no siempre es el caso. Y aunque fueran perfectamente paralelas puede suceder que una madera sea de un espesor mayor que la otra, tal como vimos en la foto hace un kilómetro atrás. En el primer caso vamos a terminar realizando una lengüeta que no va a tener un espesor parejo. En el segundo caso, si cortamos confiando en las líneas que trazamos, vamos a obtener una lengüeta o muy ancha o muy fina con respecto a la ranura.
La manera correcta de trazar este ensamble sería la siguiente. Primero abrimos el gramil a 6 mm y trazamos sobre todas las maderas una línea apoyando la herramienta sobre la cara de referencia. Luego abrimos el gramil a 12 mm, 6 mm más que en el primer paso, y trazamos otra línea sobre todas las maderas también apoyando la herramienta sobre la cara de referencia. De este modo obtenemos dos líneas paralelas entre ellas y, lo que es muy importante, exactamente a la misma distancia de la cara de referencia.
Eso fue todo por hoy. En la próxima entrega vamos a ver cómo realizar los encastres para unir todas las piezas.
Si les gusta este tipo de artículos y el contenido de la Escuela de Ebanistería en Línea recuerden que pueden contribuir a su crecimiento haciendo un aporte económico. Aquí más información. No se olviden de suscribirse al Newsletter si todavía no lo hicieron y dejar un comentario si así gustan.
¡Nos vemos en el próximo!
Hernán.
Muy buena explicación, los listones son de diferente madera de la tabla? que madera es? Saludos
gracias por escribir esto!