Una (no tan) sencilla tabla para cortar. Parte segunda.
En la primera parte de esta serie ya teníamos marcadas las ranuras y lengüetas para unir las piezas. En este artículo vamos a ver cómo hice los encastres.
Realizando los encastres
Lo primero que hago es realizar las ranuras sobre los listones de testa con un cepillo ranurador. Obviamente apoyando la guía sobre la cara de referencia, faltaba más. Me aseguro de de ajustar la herramienta para que el corte quede justo entre las líneas que marqué con el gramil.
Luego paso a realizar la lengüeta usando un cepillo de rebajes y un cepillo de espaldones. Creo un rebaje primero sobre la cara de referencia. Como el cepillo de rebajes tiene un tope de profundidad lo ajusto para que el corte se detenga justo en la primera línea de gramil. Para terminar de hacer la lengüeta doy vuelta la madera y hago un rebaje de este lado pero no trabajo hasta que el cepillo haga tope contra la cara. Como vimos anteriormente las líneas de gramil no están necesariamente centradas en la madera así que voy quitando material y probando el encastre a medida que avanzo. Me detengo cuando consigo el calce que busco, no muy apretado pero con un poco de fricción al entrar.
Momento de realizar el encastre de caja y espiga. El espesor es el mismo que el de la lengüeta, lo único que hay que hacer es quitar el excedente a cada lado.
Como la testa de la madera está a escuadra con el lado de referencia puedo usarla para marcar la espiga y el ancho final de la lengüeta con un gramil, escuadra y cuchillo.
Para traspasar el ancho de la espiga al listón de testa la inserto en la ranura, más o menos centrada, y con un cuchillo marco dónde tallar la caja.
Realizo la caja y pruebo el ensamble. Es importante que la caja sea un poco más profunda que el largo de la espiga para que la base de esta quede a tope con el listón de testa.
En la foto anterior pueden ver que los listones de testa son más largos que el ancho de la tabla central. Esto facilita traspasar el encastre al momento de marcarlo ya que no tiene que quedar perfectamente centrado. También es más sencillo separar las piezas.
Uniendo todas las piezas
Con los encastres terminados es tiempo de armar la tabla. Podríamos pegar la espiga en su lugar, prensar y listo, mañana seguimos, pero quiero terminar la tabla hoy.
Una técnica muy útil para unir piezas sin pegamento es entarugar los encastres. No basta con hacer un agujero que atraviese ambas piezas estando ensambladas y luego pasar el tarugo, lo que voy a hacer es desfasar los agujeros para que aseguren el encastre firmemente.
Primero agujereo los listones de testa atravesando las cajas, este agujero lo hago del diámetro del tarugo que voy a usar y a más o menos 4 mm del borde de la madera. Lo que tenemos que tener en cuenta en realidad es que nos quede suficiente material entre el agujero que hagamos y la testa de la espiga, ya vamos a ver por qué. Inserto las espigas bien a tope y traspaso la ubicación de los agujeros de las cajas, desarmo todo y con un punzón marco el centro de este agujero pero desfasado un milímetro hacia la base de la espiga. El objetivo que es que las perforaciones no coincidan perfectamente sino que queden solapadas, en la imagen siguiente podemos ver cómo quedan.
En esta imagen la diferencia entre los agujeros parece mucho mayor a 1mm, no lo es pero no por tanto. El ángulo de la foto y la sombra engañan un poco
Ahora tenemos que introducir los tarugos pero antes vamos a afinar las puntas para que no se traben o rompan la madera al pasar. Al haber desfasado los agujeros de esta manera el tarugo va a empujar la tabla de la espiga firmemente contra los listones de testa.
Antes mencioné que era importante dejar bastante material entre el agujero y la testa de la espiga. Si no lo hiciéramos, al introducir el tarugo, la espiga puede llegar a romperse entre esos dos puntos y el ensamble quedaría suelto. Para evitarlo también tenemos que tener cuidado de no desfasar exageradamente los agujeros.
Podríamos usar pegamento en reemplazo de o en conjunto con los tarugos pero de hacerlo deberíamos aplicarlo solo en la espiga. Sabemos que la madera se mueve con los cambios de humedad a lo ancho de la veta pero no a lo largo. Al estar uniendo piezas con sus fibras en sentido transversal unas a otras si pegáramos toda la lengüeta dentro de la ranura estaríamos bloqueando el movimiento de la tabla central y eso tarde o temprano va a traer inconvenientes. El propósito de haber realizado este tipo de ensamble es justamente permitir que la madera del medio se mueva a lo ancho y la función de los listones de testa es evitar que esta se curve en el proceso.
Terminando la tabla
Lo que resta es cortar y cepillar todas las piezas al ras, agregar algunos detalles estéticos y funcionales y aplicar el acabado.
Primero corto y cepillo al ras los tarugos, luego hago lo mismo con los extremos de los listones de testa. Una vez hecho esto me aseguro de que las caras de la tabla estén planas, no quiero que se mueva al apoyarla.
Agrego unos biseles en toda la periferia de la parte inferior que no solo alivianan visualmente la tabla sino que facilitan levantarla. Por último remato todos los bordes filosos.
El acabado en piezas que van a estar en contacto con alimentos tiene que ser seguro, no tóxico. En este caso usé una mezcla de cera de abejas pura con aceite de lino crudo.
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¡Nos vemos en el próximo!
Hernán.
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